EL TIEMPO

martes, 5 de febrero de 2008

RAJO Y CATO

Por mi tierra se venden los melones a "raja y a cata". Los meloneros van gritando por las calles la frasecta: "a raja y a cata".
Con los políticos, deberiamos hacer lo mismo, si no rajarlos, al menos hacerles la cata y probarlos, y si no saben bien, al cubo de la basura.
Alguno, (Rajo y cato) ya esta rajado, aunque no catado. Nombrado a dedo, el hombre no ha tenido ocasión de ser probado, y lo que es peor, posiblemente nunca lo podamos probar.
Sigue rodeado de los póliticos que más errores han tenido en un gobierno, sin atreverse a cesar a ninguno.
Lo último, la tormenta política en Madrid, y las aguas bajan turbias por el Manzanares.
La cosecha de melones se está poniendo fea.
Nos puede salvar la de Villaconejos.
Con la ayuda de Dios y de los obispos.